
Historia documentada de la construcción de la Casa Winter
Este otoño de 2021 se cumplen dos aniversarios significativos para nosotros: el centenario del nacimiento de nuestra madre, Isabel Althaus (3/10/1921), y los cincuenta años del fallecimiento de nuestro padre, Gustav Winter (23/11/1971). Después de este comenzaron a aparecer artículos y reportajes; posteriormente “documentales” o programas de “investigación” y, en los últimos años, y de forma exponencial, tantos comentarios en redes sociales, historias, leyendas …
La temática: se considera que la casa fue una supuesta base de submarinos alemanes durante la II Guerra Mundial o una mansión donde se celebraban fiestas con importantes oficiales nazis o, posteriormente, lugar de refugio de estos.
Su origen: la casa de Cofete, conocida como “la casa de los Winter” o como “Villa Winter” -aunque para los habitantes de Jandía, y para la familia, siempre ha sido conocida como “el chalet de Cofete”-
Nos parece que es hora de exponer una serie de documentos (cartas, presupuestos, contratos, informes periódicos sobre los trabajos, planos, fotos) que “hablan” por sí solos del nacimiento de esa casa, de su construcción y de los avatares de la misma, de la procedencia de los materiales empleados y de cómo se transportaron hasta Cofete. También se muestran estadillos semanales fechados, que incluyen la relación de las personas que participaron en la obra y los jornales que recibían.
El examen de toda esta documentación permite seguir con detalle todo el proceso de construcción y nos revela que:
- Los primeros pasos se dieron a finales de 1941: una vez decidida su ubicación, se iniciaron los trabajos previos a la cimentación, tales como el desbroce y la excavación, habida cuenta del perfil del terreno donde está situada la casa, una ladera que desciende desde la montaña hasta la playa. A continuación comenzaron los trabajos de cimentación, que se interrumpieron pocos meses después, a comienzos de 1942.
- En octubre de 1946, con la llegada a Cofete del Maestro D. Juan Concepción Villalba, procedente de Lanzarote, se reanudaron los trabajos de cimentación. Una vez concluida esta, durante el año 1947 se levantó la estructura del cuerpo principal de la vivienda (planta sótano, muros de carga, arcadas, etc.) y se procedió a realizar la tabiquería interior, creándose con ello los dormitorios, salón, comedor, biblioteca, etc. y en los últimos meses de ese año se construyó la torre. La documentación que aportamos (complementada por un detallado registro fotográfico de cada paso de la construcción) nos muestra el avance semanal de la misma durante ese año 1947 de intenso trabajo.
- A partir de 1948 los trabajos se ralentizaron, centrándose en los revestimientos y acabados, tanto interiores como exteriores y en la realización de las instalaciones y carpintería. En 1951 se levantó la cubierta inclinada, con acabado de teja (1952). Los trabajos se prolongaron hasta 1954. No puede establecerse una fecha de finalización, pues en realidad nunca se llegó a concluir lo proyectado. La familia nunca habitó en esa casa, sino que estableció su residencia en Morro Jable.
En esta página no se va a presentar una biografía de Gustav Winter. Pero, como promotor de la casa, es necesario hacer una breve reseña para situarlo allí y conocer sintéticamente cómo llegó a interesarse por el lugar, el proyecto que pensaba desarrollar y cómo obtuvo la propiedad –sección Antecedentes de esta página web-.
Una de las grandes dificultades en la construcción del chalet radicó en la inexistencia, hasta finales de 1951, de una carretera que permitiera el transporte de los materiales necesarios. En la sección Accesos a Cofete se muestra las diversas formas de hacerlo desde la antigüedad al día de hoy.
La sección principal de esta página recoge la historia documentada del proceso de Construcción.
En la sección La vida de la Casa exponemos los hechos más relevantes en relación a esta: quiénes la han habitado y sus sucesivos propietarios.
Finalmente, en la sección Submarinos y otros mitos, se aportan una serie de documentos en relación a estos.
Ya han pasado casi 20 años desde mi primera y, hasta este año, única ocasión en que he publicado algo en prensa (“La leyenda de Cofete”, La Provincia, 17 de enero de 2002. Gustavo Winter Althaus). Entonces manifesté el sentimiento de impotencia y pesimismo para desmentir una leyenda tan extendida, con historias carentes de fundamentación documental de cualquier tipo que den veracidad a dichas afirmaciones. Sigo pensando lo mismo.
¿Cómo se han escrito estas historias? Todo parte de un caserón solitario en medio de un paraje sobrecogedor, de una belleza particular. Su propietario: una persona de origen alemán. A partir de estos mimbres comienzan las especulaciones y rumores, se inventan historias, otro escribe una novela y muchos repiten lo oído y añaden nuevos relatos, sin fundamento documental alguno. Las apariencias juegan a favor y la historia gana adeptos. Escuchar una historia varias veces nos hace a todos más propensos a creerla, aunque sea falsa. Somos proclives a creer aquello que confirma nuestros prejuicios. ¿Eso es todo? ¿Con eso basta? ¿Alguna evidencia?
Los seres humanos tendemos a la fabricación de leyendas y mitos y somos poco amigos de verificarlos. En vez de eso, repetimos: “se dice que …”; o “a decir de muchos …” ¿Es eso suficiente? Y los autores de reportajes sensacionalistas, en general, no se molestan en investigar: lo que les importa es vender y cuanto más espectacular es el texto y los titulares, mayor audiencia.
Cuando una leyenda está tan extendida probablemente resulta inútil esgrimir argumentos en su contra. La mayoría de las personas no está dispuesta a prescindir de una historia si esta es atractiva o satisface el morbo. Están blindadas contra la realidad. No creemos que con este paso que damos ahora vayan a desaparecer. Nuestro propósito al exponer estos documentos es facilitar que, todos aquellos que han oído o leído las diferentes historias sobre la casa y la familia, puedan tener también otra perspectiva: la historia de la construcción de la casa basada en documentos.
Rafael, Gabriel, Juan Carlos y Gustavo Winter Althaus
Redacción y edición: Gustavo Winter Althaus
Noviembre 2021

Sobre el material que exponemos
El hecho de que durante los dos primeros años de construcción de la casa, entre octubre de 1946 y agosto de 1948, Gustav Winter residiera en Madrid nos permite disponer de un informe detallado, poco habitual, de un proceso de construcción, especialmente lo relativo al año 1947, durante el que se aceleraron los trabajos y en el que prácticamente con periodicidad semanal recibía informes del estado de la construcción, acompañados de fotografías de la misma, a los que respondía enviando nuevas indicaciones acompañadas de los planos correspondientes, dirigiendo la edificación.
Una de las fuentes principales que permite seguir al detalle la construcción del chalet de Cofete es la correspondencia mantenida entre marzo de 1946 y agosto de 1948 (fecha en la que Gustav Winter se traslada a Jandía definitivamente) entre:
- D. Arturo Kamphoff, apoderado y representante de Dehesa de Jandía S. A. en Las Palmas de Gran Canaria.
- D. Guillermo Schrauth, representante en Jandía y
- Gustav Winter, arrendatario de la finca, que durante ese periodo residía en Madrid.
Las cartas remitidas por D. Arturo Kamphoff (en lo sucesivo AK) o por D. Guillermo Schrauth (en lo sucesivo GS) a Madrid iban nominalmente dirigidas a D. Manuel Girona, propietario de la Dehesa de Jandía S. A., amigo y socio de Gustav Winter (en lo sucesivo GW), pero en realidad era este quien las recibía y contestaba.
Cada uno de ellos enviaba cartas numeradas y firmadas y guardaba para su archivo una copia, generalmente sin firmar. Algunas de estas cartas estaban depositadas en los archivos existentes en Jandía; otras proceden de carpetas de GW cuando residía en Madrid. Dependiendo del archivo del que procedan las cartas que exponemos, bien del ubicado en Jandía, o bien del archivo personal de GW, existen originales firmados que se habían recibido o copias sin firmar de las cartas que se enviaban.
Además, se muestra correspondencia con otros interlocutores: aparejador, proveedores, así como otros documentos: contratos, facturas, planos, fotos, etc.
Como las cartas, presupuestos, informes de la evolución de la construcción, estadillos en los que aparece el personal contratado, etc., están escritos en papel cebolla, muy delgado, al escanear documentos de dos o más páginas grapadas, puede traslucirse levemente el texto de la hoja siguiente.
Todo el material se presenta sin modificación alguna en su estado de conservación actual. Con respecto a las fotos, algunas corresponden a la digitalización de negativos originales que se han conservado; en cambio, otras son copias digitales de fotos de las que no disponemos de negativos.